Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides

"Las vírgenes suicidas" de Jeffrey Eugenides
goodreads // Anagrama 

Título original: "The virgin suicides"
Año de publicación: 1993
Traductor: Roser Berdagué
Editorial: Anagrama
Sinopsis: En menos de un año y medio, las cinco hermanas Lisbon, adolescentes entre trece y diecisiete años, se suicidaron. Los jovencitos del barrio habían estado siempre fascinados por esas inalcanzables jóvenes en flor, atraídos por esa casa de densa femineidad enclaustrada -la madre era una católica ferviente y moralista que no dejaba que sus hijas salieran con chicos; el padre, profesor de matemáticas dócil y benévolo, aceptaba las muy estrictas normas de su mujer-, y las primeras muertes no hicieron sino ahondar el misterio y el espesor del deseo. Los Lisbon se encerraron cada vex más en sí mismos y en el interior de la casa, y los jóvenes los espiaban desde las ventanas del vecindario, trataban de comunicarse con las hermanas pidiéndoles canciones por teléfono, contribuían al intricado tejido de rumores, a la creación de mitologías.

Veinte años después, aquellos mismos adolescentes, ya en la frontera de la mediana edad, intentan desentrañar el enigma de aquellas lolitas muertas que siguen fascinándolos.

Compré "Las vírgenes suicidas" con las expectativas muy altas, principalmente porque no había encontrado reseña negativa alguna del libro debut de Jeffrey Eugenides y la sinopsis se presentaba bastante original y atrapante. En la primera página ya podía palpar el misterio que rodeaba a las hermanas Lisbon y tan aclamado había sido en las críticas que leí, pero en el momento que empecé a esperar más de la historia... se quedó allí. Cuando leía ensimismada las vivencias de los Lisbon, el autor introducía anécdotas y personajes irrelevantes que leía con resignación más que con gusto. Y es por esto que me queda presentar "Las vírgenes suicidas" como mi primera gran decepción literaria en lo que va del año. No es que lo haya odiado, hay elementos formidables de él que me gustaría rescatar, pero definitivamente no me terminó de cuajar y sin duda alguna me quedé con un mal sabor al cerrar el libro.

La narración de este libro es una de sus peculiaridades más grandes: te cuenta los hechos en primera persona pero manteniéndose en plural, recalcando que nuestro narrador pertenece a un grupo. La identidad de ninguno de éstos es revelada, siento Eugenides retrata de este modo lo insignificante que resulta ésta frente a la mera existencia de las hermanas Lisbon, lo cual me parece un gran acierto. El remordimiento que los persigue por no haber podido salvarlas se nos transmite, convirtiéndonos en un espectador anónimo más introducido clandestinamente en su comunidad. Otro punto a favor es la verosimilitud con la que la historia se va dando, sentía todo —o bueno, casi todo— tan creíble que podría perfectamente encajar en un periódico o reportaje televisivo. "Las vírgenes suicidas" se construye a base de detalles muy ricos que aportan realismo, por esto es una lástima que dicha edificación se desmorone gracias a un factor latente a lo largo de la historia: la obsesión de nuestros narradores con las hermanas Lisbon. Es totalmente creíble que los muchachos tengan fascinación con las jóvenes, una especie de amor adolescente, pero su obsesión llega al punto en el que resulta inconcebible e incluso ridícula; sobretodo teniendo en cuenta la relación entre estos personajes.

Por otro lado, la prosa de "Las vírgenes suicidas" contiene tantos momentos sublimes como aparatosos. Mientras leía el libro me encontraba con algunos fragmentos excesivamente "poéticos" que mas bien pecaban de presuntuosos; los sentí prefabricados, poco naturales y que no encajaban con el curso de la historia. Era como si estuviesen regados en el libro con el único objetivo de adornar las páginas, y que en cambio solo lograban entorpecer la lectura. Teniendo en cuenta que nuestros narradores son treintones con poco pelo cuyo hobbie es recordar adolescentes fallecidas hace veinte años, tampoco tiene mucha coherencia. Lo mismo se aplica para los personajes, por lo mismo que solo contamos con la limitada información que tienen los narradores de nuestras protagonistas, estas no adquieren mucha profundidad. Si bien el aura de misterio es ensordecedor e impecable, el libro se estanca en ésta en lugar de ahondarla. Eso sí, cuando la pluma de Eugenides enamora, enamora; una pena que las descripciones hermosas y detalladas se hagan cada vez menos frecuentes en la historia.

"Las vírgenes suicidas" encierra también duro retrato de la sociedad norteamericana, subrayando la hipocresía en la que caen algunas familias que profesan valores que no llevan a práctica, prefiriendo encubrir sus males antes de reconocerlos. Las hermanas Lisbon son el detonante de una crítica y Eugenides plantea la idea con bastante claridad. La novela me decepcionó porque sentí que el autor no aprovechó el increíble material que tenía en sus manos; pondría este libro como perfecto ejemplo de cómo una historia prometedora puede estancarse. Si bien el misterio se puede respirar de las hojas y es uno de los fuertes de "Las vírgenes suicidas", limitarnos a este como eje me parece la salida fácil. Teniendo en cuenta que la sinopsis nos narra los hechos, necesitaba los catalizadores de la tragedia en el libro en sí y no los encontré. Con todo lo positivo y negativo que he rescatado de este libro, me queda decir que recomiendo "Las vírgenes suicidas" si te quieres encontrar con una historia diferente que logra hacer que te sientas parte de ella... pero yo no logré conformarme con dicha perspectiva.

 «La ventana continuaba abierta —dijo el señor Lisbon—, creo que nunca nos acordábamos de cerrarla. Para mí estaba claro que o cerraba aquella ventana o ella seguiría saltando siempre de ella.»

Jeffrey Kent Eugenides (Detroit, Míchigan, 8 de marzo de 1960) es un novelista estadounidense de ascendencia griega. Se licenció en la Universidad de Brown en 1983 y realizó un máster de escritura creativa en la Universidad de Stanford. Vivió con su familia en Berlín entre 1997 y 2004 y está casado con la artista Karen Yamauchi. Actualmente viven en Princeton, New Jersey. Es muy reacio a las apariciones públicas o a divulgar detalles de su vida privada.

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