Saga de Brian K. Vaughan y Fiona Staples

Una guerra interplanetaria, romance, conflictos culturales, príncipes con televisores como cabezas, space opera, humor, sexo, acción, familia, ciencia ficción, gatos detectores de mentira, fantasía, violencia... En fin, ¿habrían imaginado todos estos elementos juntos? Yo tampoco, pero después leí Saga.

Los habitantes del planeta Terrada están enfrentados a los de su luna, Guirnalda, en una guerra intergaláctica que parece no tener fin y que ha convertido al resto del universo en su campo de batalla. En medio del convulsionado escenario, los destinos de Alana y Marko se cruzan. Ella trabaja para el ejército de su planeta, los Terrada; mientras que él es un soldado del bando contrario que ahora está preso. Aunque debería separarlos su raza, han acabado rendidos el uno por el otro y la mayor prueba de ello es la hija que están a punto de tener. En búsqueda de un lugar en el que su hija crezca alejada de las atrocidades de la guerra, nuestros protagonistas escapan y se convierten en fugitivos políticos. Y más de uno estará tras sus pasos.

La experiencia de leer una novela gráfica se distancia mucho de la de una más"convencional" —¿A alguien se le ocurre una mejor manera de llamarlas?— porque en ellas hay dos factores de los que depende te guste o no: la historia y los dibujos. En el caso de Saga, sus letras están a cargo de Brian K. Vaughan, mientras que los dibujos son obra de Fiona Staples. Me parece genial que esta novela gráfica sea creación de dos artistas, siento que cada uno se especializa en su rubro para entregarnos lo mejor de ambos mundos. El trabajo de los dos se complementa de manera fantástica, tengo entendido que Staples recibe algunas descripciones muy puntuales de Vaughan para a partir de ellas poder trabajar libremente. Y el resultado es maravilloso, desde la caracterización de los personajes y los escenarios galácticos hasta las paletas de color y el cambio de tonalidades con el que juega. Juzguen vosotros mismos.

Por el lado de la historia, las cosas son simples: originalidad pura. Puede ser que la premisa de unos Romeo y Julieta futuristas ya se haya visto antes, pero los hechos se van dado de manera impredecible. Como escribí anteriormente, Saga está compuesto por retazos de todos los tipos y tamaños. Lo acertado es que cada uno de ellos, como la ciencia ficción o fantasía, se logra tan bien que las líneas divisorias se borran por completo y algunas cosas serían inimaginables sin las otras. El universo de la dupla Vaughan-Staples simplemente funciona.

Y ya que estamos en cosas que funcionan, hablemos de Alana y Marko, la pareja que puso en otro nivel mis relationship goals. La familia es uno de los temas centrales de la novela, y no gracias a sensiblerías fáciles sino a diálogos naturales y una química como pocas. Es lo más fácil del mundo involucrarte en sus desventuras y cruzar los dedos por lo que les viene, son una pareja que busca lo mejor para su hija y ni la ciencia ficción más dura —o sus alas y cuernos— puede distraerte de ello. A pesar de la infinita distancia entre su universo y el nuestro, su historia llega al lector para no soltarlo.

He intentado contener el fangirleo, pero hay novelas que te emocionan y divierten por partes iguales y no puedes evitar compartir tu entusiasmo. Eso me sucede con Saga, que desde ya considero una de mis mejores lecturas en este 2015. ¿Lo recomiendo a alguien en especial? A ver... Si te gusta la ciencia ficción, te gustará Saga. O la fantasía. O la acción. O el romance. Olvídalo, solo lee el bendito libro. Es un cocktail explosivo, rompedor y alucinante, un viaje que no ha hecho más que comenzar.

"...Y como mi familia está a punto de enterarse, algunos monstruos son peores que otros."

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